Los cuidados domiciliarios, la alternativa más segura a las residencias de mayores

Según los datos reflejados en el informe del IMSERSO, se estima que, desde marzo de 2020, con el estallido de la pandemia, alrededor de 30.000 personas han muerto en residencias de ancianos en España. Una cifra elevadísima, que contrasta además con las muertes en residencias en otros países europeos, como es el caso de Francia, que con veinte millones más de habitantes, tuvo cerca de 7.000 muertos menos en residencias durante la primera ola con respecto a las cerca de 20.000 defunciones contabilizadas en España dentro de estos centros.

Las ventajas del cuidado a domicilio en 2021 de personas mayores

Uno de los motivos primordiales de esta distancia en las cifras se debe a que en muchos de estos países europeos (Francia, Alemania, Bélgica) es más común que las personas mayores permanezcan en sus hogares atendidas por cuidadores domiciliarios. De esta forma se evita el contagio comunitario. Y es que las residencias de la tercera edad han resultado ser, importantes focos de propagación de la COVID-19. Un aspecto que afortunadamente se está atenuando desde el comienzo de la campaña de vacunación. Sin embargo, el contagio del virus y la muerte provocada por este, no son los únicos padecimientos que han tenido que enfrentar nuestros mayores en residencias. El sufrimiento principal, ya que lo han tenido que padecer la práctica totalidad de residentes, es la soledad y el abandono.

En las residencias, sus internos han visto cómo se les mantenía, durante largos meses, aislados en sus habitaciones, sin contacto con sus familiares y seres queridos, a quienes se había vetado toda visita a causa de la pandemia.

La crisis generada en las residencias durante esta pandemia puede servir a la hora de revalorizar la atención domiciliaria de mayores y personas dependientes. El cuidador a domicilio ofrece una atención personalizada e individualizada que en la mayoría de casos es inviable en las residencias. Además, la estancia en el hogar incide favorablemente en el ánimo del paciente, que se encuentra más arraigado al sitio donde se encuentra, rodeado de todos sus enseres personales y, además, siente una mayor libertad a la hora de recibir visitas o tomar otro tipo de decisiones, como efectuar salidas del domicilio acompañado por el cuidador. La última Encuesta sobre Personas Mayores realizada por el IMSERSO en 2010, ya reflejaba esta preferencia: el 87,3% de los mayores optaba por permanecer en su domicilio

Otras ventajas del cuidado a domicilio

Otra de las ventajas del cuidado de personas mayores a domicilio es la adaptabilidad del cuidador a las necesidades de cada caso concreto: desde cuidadores internos a cuidadores por horas, pasando por cuidadores de fin de semana o cuidadores con horario fijo, pero en régimen externo.

La esperanza de vida en España es, desde hace lustros, una de las más altas del mundo. Según el INE, a finales de 2019 se situaba muy próxima a los 84 años de edad. Esta realidad permite a gran parte de la población alargar y disfrutar de su experiencia vital al máximo. No obstante, los años no se cumplen en balde y envejecer, para la mayoría de personas, implica un deterioro físico (en ocasiones también psíquico) progresivo y acusado. 

Este desgaste físico natural no tiene por qué ir acompañado de un menoscabo en el ánimo y la vitalidad, en las ganas de divertirse, de gozar con seres queridos y de las aficiones personales. Pero para que esto no se produzca la sociedad tiene que ser consciente de la importancia de los cuidados; los cuidados comienzan por el esmero de la propia persona, pero cuando uno no puede valerse al completo, no debe temer en pedir ayuda. En este escenario, el cuidador a domicilio se ha erigido como una figura de vital importancia.

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